30 julio 2008

HERALDO DE ARAGÓN 30/07/08

LABORAL
El Constitucional avala que una embarazada no pueda ser despedida aunque la empresa ignore su estado
La norma no contempla "requisito alguno ni de comunicación previa del embarazo al empresario ni de conocimiento previo por parte de éste, por cualquier otra vía, del hecho del embarazo".

COLPISA. Madrid
El Tribunal Constitucional ha avalado por primera vez el despido nulo de una trabajadora durante su periodo de embarazo, pese a que la empresa alegó desconocer el hecho. La decisión obedece a la reforma legal de 1999, que añadió un supuesto de nulidad para el caso de despidos discriminatorios o con vulneración de derechos fundamentales. En este sentido, la norma no contempla "requisito alguno ni de comunicación previa del embarazo al empresario ni de conocimiento previo por parte de éste, por cualquier otra vía, del hecho del embarazo". Hasta ahora, el Alto Tribunal sólo valoraba la exigencia o no de un previo conocimiento empresarial del estado de buena esperanza para apreciar la existencia de un despido discriminatorio por embarazo. En esta ocasión, el Constitucional advierte de que en el Estatuto de los Trabajadores "nada" permite apreciar que el legislador estableciera para declarar la nulidad de los despidos no procedentes durante un embarazo, el previo conocimiento del mismo por el empresario y, menos aún, el requisito de una previa notificación por la trabajadora sobre su estado.

25 julio 2008

HERALDO DE ARAGÓN 25/07/2008

IGUALDAD
Las tareas domésticas son aún cosas de mujeres
Los españoles confiesan que la mayoría de los hombres no hacen la compra, la comida o la colada, según el CIS.

COLPISA. Madrid.
Hacer la colada, limpiar o cocinar siguen siendo tareas de mujeres. A pesar de los avances sociales y la incorporación de la mujer a la vida laboral, los asuntos domésticos no han dejado de ser competencia de las españolas. Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayoría confiesa que, en su hogar, la mujer es la que siempre hace la colada, la comida o la compra. Un dato paradójico teniendo en cuenta que cada vez son más los jóvenes que se independizan a edades más tempranas. La aprobación de La Ley de igualdad, que lucha por equiparar los derechos entre los dos sexos, parece que ha resultado insuficiente. Las mujeres no terminan de desvincularse con la tradición de sacar adelante la casa, mientras que los hombres son los que llevan el dinero a la morada. Cocinar es otro de los trabajos que ocupan mayoritariamente el tiempo de la mujer. Según la citada encuesta, más de la mitad ha contestado que es ella quién cocina. Algo que llama la atención teniendo en cuenta que los grandes cocineros españoles (por lo menos los que aparecen en la tele) son hombres. Nombres como Ferrán Adrián, Martín Berasategui o Pedro Subijana aparecen en las mejores guías gastronómicas. Sin embargo, los varones no serán los que más limpian en casa, pero siguen siendo los 'manitas' de la familia. El 30% de los encuestados opina que son ellos quienes habitualmente hacen las pequeñas chapuzas de la casa; y el 36% coincide en afirmar que tanto unos como otros cuidan por igual a los seres queridos que padecen alguna enfermedad. En el caso de que uno de los miembros de la pareja tenga que trabajar menos para ocuparse de las tareas del hogar, sólo el 3% cree que debería ser el hombre, mientras que la mitad de los encuestados opina que, en caso de necesidad, la mujer debería dejar de trabajar para ocuparse de la casa.

19 julio 2008

PERIÓDICO de ARAGÓN 19.07.2008

MEDIO RURAL.
Nace un plan de ayuda para las mujeres maltratadas.

La Asociación Aragonesa de Entidades Locales (ASAEL) ha diseñado, en colaboración con el Instituto de la Mujer, el plan Remeranza, cuyo objetivo es facilitar la integración laboral de las mujeres víctimas de malos tratos, especialmente aquellas que viven en pequeñas poblaciones rurales.
El proyecto se dirige a los responsables y técnicos de las entidades locales y se propone fomentar acciones conjuntas de ayuntamientos y comarcas que sirvan para convencer a los aragoneses del cambio de mentalidad en los derechos y oportunidades de la mujer, según una comunicado de ASAEL.
Los objetivos del programa son ofrecer apoyo y asesoramiento y una información rápida y accesible a los profesionales, para de ese modo fomentar el empleo y la integración de la mujer que sufre violencia en su propio entorno, sin que tenga necesidad de abandonarlo.
Para ASAEL, lo más importante es explicar a los habitantes de las zonas rurales de la comunidad aragonesa las grandes dificultades con que se encuentran las mujeres maltratadas para rehacer su vida en su mismo lugar de residencia.
En este sentido, la posibilidad de encontrar un puesto de trabajo tras la ruptura de la pareja se considera que es la mejor forma de superar el episodio. Pero ASAEL sostiene que las distintas instituciones tienen que volcarse en la ayuda a las perjudicadas, para lo que han de utilizar y movilizar todos los recursos de que disponen los distintos servicios sociales. Solo de esa manera, asegura, se abordará el camino para solucionar el problema.

15 julio 2008

DIARIO DEL ALTO ARAGÓN
15.07.2008

DIRECTORA DEL INSTITUTO DE LA MUJER

Peris apela al respeto de la voluntad y la integridad de las mujeres
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Asistió a un curso de igualdad en el trabajo EL ESCORIAL.-

La directora del Instituto de la Mujer, Rosa María Peris, apeló ayer al respeto de `la voluntad de las mujeres, sus derechos, y su integridad física` para que no `tenga que haber muchas más generaciones de mujeres que tengan que sufrir la discriminación en su propia piel`.La inauguración de un curso de la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial sobre la igualdad en el mundo del trabajo fue el marco de estas declaraciones de Rosa María Peris, quien aportó datos `que reflejan la dificultad y la discriminación que sufren las mujeres`.`El embarazo sigue siendo un hándicap para muchas mujeres jóvenes que trabajan y el acoso sexual sigue siendo una realidad escondida pero que todavía sufren muchas mujeres en el ámbito laboral`, afirmó Peris.La directora del Instituto de la Mujer también señaló, entre las dificultades que afectan exclusivamente a las mujeres, las discriminaciones salariales, `que se cifran entre un 20 y un 30 por ciento`, lo que demuestra que `hay que seguir haciendo cambios` para revertir esta situación.La Ley para la Igualdad Efectiva, que el gobierno aprobó en marzo del año pasado, es uno de los instrumentos que Rosa María Peris considera útiles en la lucha a favor de la igualdad, aunque `hace falta una mayor concienciación para desterrar prácticas habituales en el mundo laboral que impiden a las mujeres con capacidad, talento e inteligencia llegar a los puestos que se merecen`.Dicha ley es `un paso muy importante` para Peris, al igual que `la negociación de los convenios colectivos entre sindicatos y patronal`, que incidirán decisivamente en `la elaboración de los planes de igualdad`.Peris también resaltó la importancia de `articular mecanismos y medidas de choque` para evitar las situaciones de discriminación, de las que `en muchas ocasiones nadie se percata`.La directora del Instituto de la Mujer lamentó las agresiones machistas de los últimos días, y recordó que `todos los expertos y expertas coinciden en que la base fundamental de la violencia contra las mujeres es cultural y, por lo tanto, educacional`.EFE

12 julio 2008

PERIÓDICO DE ARAGÓN 11/07/2008

La ley "está cumpliendo con los objetivos"
Aído reconoce que en la violencia de género "queda mucho por hacer"


EFE
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha destacado hoy que, en los tres años que lleva en vigor la Ley Integral contra la Violencia de Género, el 89,6 por ciento de las mujeres que han pedido una orden de protección la han conseguido. Actualmente, 94.133 mujeres tienen algún tipo de medida dirigida a garantizar su seguridad.
La ministra ha hecho este anuncio en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros en el que ha presentado el primer informe de evaluación de la ley integral contra la violencia de género que, ha subrayado, "está cumpliendo con los objetivos para los que fue promulgada", porque, desde entonces, "hay más denuncias, más protección y más mujeres que logran salir de la violencia".
Según el citado informe, la ley ha favorecido además "un claro aumento" de las denuncias por parte de mujeres, desde las 47.262 presentadas en 2002 a las 81.301 presentadas en 2007 (el 72 por ciento de incremento).
La ministra ha reconocido que "queda mucho por hacer" pero ha subrayado que, aunque la norma no acabará "por sí sola con la violencia de género", "es el mejor instrumento para seguir avanzando" y erradicar un problema "tan complejo y profundo" como la desigualdad histórica entre hombres y mujeres.

09 julio 2008

EL PAÍS 09.07.2008

Aislar al maltratador

ANAÍS BERDIÉ - Madrid

Rechazo social al maltratador. En esta idea se centra la nueva campaña contra la violencia de género que puso en marcha ayer el Ministerio de Igualdad, un plan de comunicación con vocación de continuidad. “Aspiramos a que la sociedad adopte una actitud más crítica”, apuntó la ministra Bibiana Aído.

Lucha contra el maltrato

Se acabaron las imágenes de mujeres con marcas de golpes. Las protagonistas de la nueva campaña, entre las que también hay inmigrantes, no parecen asustadas, se muestran seguras de sí mismas, combativas. Y ya no están solas. Los hombres han pasado a un primer plano y no dudan en rechazar al agresor, mirándole mal y cerrándole las puertas. Los niños, como víctimas también del problema, ponen su voz en los nuevos mensajes: “Mamá, hazlo por nosotros. Actúa”.
Aído recalcó que es necesaria la complicidad de toda la sociedad para erradicar la violencia machista: “Hay que decir ‘no’ al maltratador, pero en nombre de todos”. Con esta iniciativa se pretende dar un paso adelante y dejar claro que el problema está en quién ejerce la violencia.
EL PAÍS 09.07.2008

El hombre nuevo tarda en llegar

Las mujeres se han sacudido su rol tradicional y ocupan el terreno antes masculino - Pero sus compañeros no han cambiado al mismo ritmo

CARMEN MORÁN

Normalmente, cuando se habla de género, el imaginario colectivo dibuja una mujer. Pero el género masculino también existe, es decir, todas aquellas características que la sociedad tradicionalmente atribuye a los hombres por el hecho de nacer varones. Ese modelo de masculinidad con el que aún hoy crecen muchos niños -coches ultrarrápidos, la espada, la ausencia de lágrimas, el repudio forzoso de muñecas y cocinitas y otros detalles mil veces más sutiles pero igual de determinantes-, está obsoleto. Y está dificultando la consolidación de una sociedad más igualitaria que les reporte beneficios, pero sobre todo, que les aleje de su peor enemigo: ellos mismos.

Los grandes avances se han logrado con la visibilidad pública y política de la mujer
El modelo masculino lleva a adoptar actitudes de riesgo y desafío
Las reivindicaciones feministas se vieron como caprichos individuales
Algunos medios de comunicación incluso refuerzan los estereotipos
Marina Subirats, catedrática de Sociología, ha buscado algunos "datos empíricos" para demostrar cómo el hombre se agrede a sí mismo por seguir ese modelo de masculinidad. "¿Por qué los hombres se mueren antes que las mujeres?" Eso ocurre en todas las edades y en todos los países, salvo en dos, Níger y Zimbabue, donde los embarazos, los partos y algunas enfermedades aún siegan la vida de las mujeres muy temprano.
En España, la mayor diferencia entre las muertes de hombres y mujeres se da a entre los 20 y los 25 años. Hay causas claras para ello: accidentes de tráfico y deportes de riesgo, drogas, suicidios y homicidios. "Por cada mujer se mueren entre tres y cuatro hombres a esa edad", dice Subirats. Y explica que es el modelo de masculinidad lo que les lleva a adoptar "esas actitudes de peligro, de desafío, de falta de temor, de riesgo", que no abundan en las mujeres, más prudentes y que no tienen necesidad, porque nadie se lo ha inculcado, de demostrar ningún ardor guerrero. Por eso, dice Subirats, "los hombres matan a las mujeres, pero se matan más entre ellos, y esa debe ser una razón poderosa para cambiar".
En el congreso internacional Mundo de Mujeres, que ha reunido en Madrid a más de 3.000 participantes alrededor del lema La igualdad no es una utopía, algunos expertos, como Subirats, han tenido ocasión de tratar la masculinidad como una barrera para la igualdad. Es un asunto que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, sacó al debate político las últimas semanas.
Subirats, una de las participantes en este congreso, opina que "las mujeres han analizado y hecho crítica del modelo tradicional que les tocó, ya salen a trabajar fuera, juegan al fútbol, repudian aquellas características impuestas, sumisión y obediencia, pero los hombres todavía no han hecho ese viaje, por eso el modelo de guerrero impasible se ha quedado obsoleto".
"La ciencia psicológica finalmente también se ha liberado de su tradicional explicación psicogenética y los estudios de identidad ya no tienen ese lastre", explica la catedrática de Psicología Rosario Ortega. "Antes las niñas construían su identidad en cuanto niñas y los niños como tales niños, ahora no, felizmente, al menos en la ciencia. El individuo debe construir su identidad como persona. Creo que en el futuro la gente podrá elegir de una forma libre qué es lo que hace y cómo lo hace, sin responder a roles ni a estereotipos, si los hombres quieren llorar, llorarán, por ejemplo. Ese es el camino que ya está marcando la ciencia. Creo que la sociedad lo recorrerá algo más tarde".
Ortega, que trata a menudo los conflictos entre chicos y chicas, observa, como ellas, que antes respondían a esos roles de obediencia y sumisión, y ahora a veces se defienden con las mismas armas que ellos. "Buscan su seguridad, esto es preocupante, y desde luego, lo hacen porque imitan modelos masculinos".
Esa es una de las razones por las que ese modelo de masculinidad ha de cambiar, según Subirats, para que puedan cambiar las mujeres. "Hasta ahora, sólo hemos imitado los modelos masculinos para llegar adónde queríamos, en la empresa, en la calle". Cree que el "género femenino, tal y como se le ha entendido, se está extinguiendo". ¿Hay para tanto? "Sí, en política, por ejemplo, muchas de las mujeres que acaban llegando lo logran porque son más duras que ellos, imitan su modelo. Podemos tener cargos, pero son puestos prestados, no para hacer lo que queremos, sino lo que harían ellos si estuvieran ahí". De tal forma, dice, que "las mujeres han ido abandonando ese género femenino, incluso dejando de tener hijos, y ellos no acaban de entrar en el ámbito doméstico".
En este panorama, algunos países vienen a poner luz, los nórdicos, que han transitado muchos más años por el camino de la igualdad. En Noruega, por ejemplo, ya se aprecia el acercamiento de los hombres sin complejos y sin traumas a las tareas que en España hacen las mujeres mayoritariamente.
Sin embargo, como han subrayado algunos expertos en este congreso, las series televisivas, que tanto han favorecido la aceptación social de las parejas gays y lesbianas, por ejemplo, o incluso de la mujer incorporada al ámbito laboral en terrenos que le eran propios al hombre, no han modificado sustancialmente los estereotipos masculinos. "En el ámbito del ocio, la creatividad, los medios de comunicación, todavía se transmiten muchos estereotipos masculinos, incluso se refuerzan", opina la filósofa Alicia Miyares. "Creo que la educación ha de hacer mucho por cambiar esto, porque es ahí donde se trasladan todos esos roles. Sin embargo, los grandes avances en igualdad han venido por la visibilización pública y política de la mujer, pero el reto ahora es la relación entre ambos sexos y es ahí donde los hombres han de hacer su trabajo. Eso depende en gran medida de la pedagogía", añade Miyares.
El delegado para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad, Miguel Lorente, está convencido de que los modelos tradicionales de masculinidad han de modificarse, pero alerta de la resistencia que se está mostrando entre los hombres, de forma muy sutil en ocasiones. "Hace ya muchas décadas que las mujeres hicieron una crítica analítica del papel que les había tocado jugar como mujeres y se rebelaron contra esa injusticia. Los hombres, sin embargo, han ido simplemente adaptándose a las exigencias que les llegaban. Empezaron minusvalorando el movimiento feminista sin darse cuenta de que era una reflexión crítica y analítica. Simplemente dijeron, 'dejadlas, si quieren trabajar que trabajen'. Pero no se dieron cuenta de que no eran caprichos aislados sino un trabajo histórico por romper injusticias de las mujeres", dice Lorente. "Y ahora existe lo que llamo posmachismo y que nace en los años setenta, cuando la mujer consigue su liberación sexual gracias a los anticonceptivos y también a las medidas de divorcio sin culpa en Estados Unidos. Ya no dependían de un hombre ni su función era simplemente la de procrear. Por otro lado, el feminismo llegó a las instituciones y las mujeres fueron ocupando puestos de responsabilidad. Ahí es donde los hombres se dieron cuenta de que la cosa iba en serio", prosigue Lorente.
El posmachismo del que habla critica el feminismo y lo pone en la misma bandeja que el machismo. "Reivindican un pasado que les es más cómodo pero lo camuflan bajo una postura aparentemente neutral. Siempre aparecen en sus reflexiones alguna universidad rara que les da a ciertos informes una pátina seudocientífica. Hablan de cosas que, dicen, no distinguen sexos, pero al final siempre la culpable o la perversa, casualmente es la mujer. Se apuntan incluso a la mutilación masculina, para poner en el mismo nivel la injusticia de unos y de otras, algo que no es así, para nada", asegura Lorente. "Y además, siempre hablan en nombre del bien común, siempre dicen: esto no es bueno para la mujer ni para el hombre, es para todos".
En realidad, según Lorente, salvo excepciones de hombres que sí han caminado hacia una revisión crítica de la masculinidad tradicional, "pocos aunque cada vez con más fuerza", la mayoría se ha adaptado a duras penas, y sus cambios han sido muy cosméticos. "Que hay que fregar los platos, yo los friego, que hay que cambiar pañales, yo los cambio, pero no han perdido su poder que es lo que le daba valor a la figura del hombre. Han cambiado para seguir igual", dice Lorente.Y se les sigue educando para guerreros que no pueden manifestar temor ni sensibilidad. Pero, dice Marina Subirats, "esa masculinidad ya no tiene sitio en los tiempos de hoy".

06 julio 2008

PÚBLICO 01.07.2008

Buqueras: "Nuestros horarios son machistas"
La presencia mayoritaria de hombres en CEOE y sindicatos dificulta la conciliación


V. FERNÁNDEZ DE BOBADILLA - El escorial (Madrid) - 01/07/2008 22:28
Para el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios, Ignacio Buqueras y Bach, el tiempo no es oro, es mucho más; de hecho, no tiene reparos en declarar que, hoy, "es un elemento más valioso que el agua. El agua se puede reciclar; los minutos, no".
Si el español medio no da valor al tiempo, la sociedad tampoco ayuda; y son las españolas las que se llevan la peor parte, por unos horarios que Buqueras califica de "machistas", fruto de otra época donde los hombres trabajaban fuera de casa y las mujeres en el hogar. Aunque ahora están los dos en el mundo laboral, se continúa con los mismos horarios: ambos llegan a casa a las ocho o las nueve de la noche".
Es necesario un replanteamiento, dice el presidente de la Comisión para Racionalizar los Horarios, en beneficio de la armonía familiar y de una infancia cada vez más desatendida: "se tiende a alargar los horarios de los hijos con actividades extraescolares para tenerlos entretenidos hasta la noche. Esto no pasa en los demás países europeos".Aunque hay empresas españolas que ya están ofreciendo horarios flexibles, Buqueras apunta lo difícil que es acordarlos, porque tanto los sindicatos como la CEOE están mayoritariamente formados por hombres. España "es una singularidad europea en los usos del tiempo", y no para bien: el español trabaja 243 horas más que la media europea, pero el país está en los últimos puestos en cuanto a productividad. Un fenómeno que Buqueras atribuye a una cultura del presentismo: "La gente confunde trabajar con estar en el lugar de trabajo once horas. Lo importante son los resultados, más que las horas".
Respecto a la nueva directiva europea sobre horarios que propone aumentar a 60 horas semanales, Buqueras confiesa sentir "preocupación, aunque es una directiva que conviene estudiar a fondo". "Tendremos que leer las motivaciones que han dado", dice a Público. Cree improbable que se busque simplemente un aumento desproporcionado de la semana laboral; si no, "los gobiernos que la han apoyado se encontrarían que en las próximas elecciones nadie les votaría".