Parece que todos estamos a favor de la lucha contra la violencia de género. Todos la criticamos y sentenciamos verbalmente a los agresores. El pasado 25 de noviembre se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Unos días después me llegaron noticias de una familiar que hace unos tres años fue víctima del maltrato por parte de su marido. Afortunadamente, su (ahora) exmarido tiene una orden de alejamiento. Desafortunadamente, su propio hijo trae al padre a casa cuando le viene en gana. Y aún más desafortunadamente, su hijo ha cogido el relevo y más de una vez la ha agredido física y psicológicamente. Ella no se atreve a denunciarlo por miedo a lo que le pueda pasar. Pero el colmo es que los abuelos son testigos de las dos historias y nunca han hecho nada por ayudar a su hija porque, según ellos, “se lo merece” y “ya le advertimos de que no se casara con él, ahora es cosa suya”. Cuando la víctima no hace nada y la familia tampoco interviene esto es lo que pasa: la historia se repite.
Miriam García del Horno Sitges (Barcelona)
FUENTE: Cartas al Director Público 09-11-2011
Miriam García del Horno Sitges (Barcelona)
FUENTE: Cartas al Director Público 09-11-2011
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