Una jueza de Teruel ha desterrado cautelarmente a un imputado por malos tratos, al que la he prohibido "la residencia y entrada" en la ciudad "durante la tramitación de esta causa y hasta que exista sentencia definitiva en la misma", según informó el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).
La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Teruel emitió un auto de medidas provisionales contra el imputado tras interrogarlo el pasado día 19. Había sido detenido por el Cuerpo Nacional de Policía como presunto autor de un delito de violencia de género por, presuntamente, amenazar y agredir a su ya excompañera tras una discusión iniciada cuado ésta le comunicó su intención de zanjar "la relación habida entre ambos, precisamente por su carácter agresivo", señaló el TSJA en un comunicado.
Esta es la primera vez que un juez turolense ordena colocar a un sospechoso de malos tratos un aparato de detección tecnológica --el lunes y en presencia del juez-- para controlar si vulnera la orden de no acercarse a menos de 500 metros de la mujer.
Estos dispositivos constan de tres elementos: dos pulseras que se colocan al imputado y un aparato que queda en manos de la agredida con los que, mediante un sistema de control por satélite --GPS--, las fuerzas de seguridad son alertadas cuando esa distancia de seguridad es rebasada. Los brazaletes comenzaron a utilizarse en España el pasado mes de julio, dentro de un programa impulsado por los ministerios de Justicia, de Interior y de Igualdad.
El auto también prohíbe al imputado acercarse a menos de medio kilómetro del domicilio, el trabajo y "cualquier otro lugar frecuentado" por la víctima, con la que no podrá contactar por teléfono ni por medios cibernéticos como internet. La resolución considera al imputado "posible autor de un delito de violencia de género con resultado lesivo y amenazas graves a su expareja, lesionando además su indemnidad sexual e integridad física y psíquica".
El plan del Gobierno prevé poner a disposición de los juzgados 9.000 juegos de dispositivos telemáticos de detección.
La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Teruel emitió un auto de medidas provisionales contra el imputado tras interrogarlo el pasado día 19. Había sido detenido por el Cuerpo Nacional de Policía como presunto autor de un delito de violencia de género por, presuntamente, amenazar y agredir a su ya excompañera tras una discusión iniciada cuado ésta le comunicó su intención de zanjar "la relación habida entre ambos, precisamente por su carácter agresivo", señaló el TSJA en un comunicado.
Esta es la primera vez que un juez turolense ordena colocar a un sospechoso de malos tratos un aparato de detección tecnológica --el lunes y en presencia del juez-- para controlar si vulnera la orden de no acercarse a menos de 500 metros de la mujer.
Estos dispositivos constan de tres elementos: dos pulseras que se colocan al imputado y un aparato que queda en manos de la agredida con los que, mediante un sistema de control por satélite --GPS--, las fuerzas de seguridad son alertadas cuando esa distancia de seguridad es rebasada. Los brazaletes comenzaron a utilizarse en España el pasado mes de julio, dentro de un programa impulsado por los ministerios de Justicia, de Interior y de Igualdad.
El auto también prohíbe al imputado acercarse a menos de medio kilómetro del domicilio, el trabajo y "cualquier otro lugar frecuentado" por la víctima, con la que no podrá contactar por teléfono ni por medios cibernéticos como internet. La resolución considera al imputado "posible autor de un delito de violencia de género con resultado lesivo y amenazas graves a su expareja, lesionando además su indemnidad sexual e integridad física y psíquica".
El plan del Gobierno prevé poner a disposición de los juzgados 9.000 juegos de dispositivos telemáticos de detección.
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