Madres e hijos e hijas, de la manoAunque la mayoría de las madres entrevistadas reconoce que sus hijos e hijas también son víctimas, no siempre son conscientes desde el primer momento. Darse cuenta de las consecuencias que sufren los niños y niñas sirve como estímulo para las madres para salir de esa situación y denunciar. “Él era muy pequeño, me separé cuando tenía un año y en ese momento el niño experimentó un retroceso brutal: empezaba a tener miedo, le dolía la tripa, no jugaba, se quedaba tumbado en el sofá con el chupete, no quería que llegase el fin de semana, no comía, sólo comía yogures. No se relacionaba con nadie, en el colegio no dejaba que le tocasen, si había un ruido se ponía a llorar. Ahí me di cuenta que algo no funcionaba” (Madre, víctima de violencia de género).
Fuente: save the children (seguir leyendo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario