10 diciembre 2009

PARA PODER AVANZAR EN ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES HAY QUE CONOCER SUS CAUSAS”

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Rosa Borraz, analiza el II Plan Integral para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres 2009-2012, que presentó el pasado 18 de noviembre de 2009 junto a la consejera de Servicios Sociales y Familia, Ana Fernández. Borraz cree que con esta estrategia se seguirá mejorando en un ámbito en el que “queda mucho camino por recorrer, pero para poder avanzar en la erradicación de esta violencia hay que conocer sus causas”. El Plan, que ha sido elaborado gracias a un proceso de participación en el que han intervenido las administraciones, los profesionales de este ámbito y la sociedad, se estructura en torno a tres objetivos: sensibilizar a la sociedad, garantizar la atención a las mujeres y mejorar la intervención en los casos de violencia.
- Este nuevo Plan, ¿qué objetivos persigue para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres?
Este Plan tiene como finalidad seguir mejorando las estrategias de prevención y la implementación de modelos de atención más sensibles a las necesidades específicas de las mujeres víctimas de esta violencia.
El Plan se estructura en tres objetivos más concretos. En primer lugar, sensibilizar a la sociedad en su conjunto para que tome conciencia y una postura de rechazo activo ante la violencia contra las mujeres. Por otro lado, garantizar la atención integral a las mujeres, mejorar los dispositivos de protección y de apoyo para que pueda superar situaciones de violencia y alcanzar mayores cotas de autonomía. En tercer lugar, mejorar la eficacia y la efectividad de la intervención reforzando los mecanismos de coordinación y adecuando la gestión a la demanda.
- Durante los últimos años parece que se ha avanzado en la visibilización y el rechazo ante un problema tan grave como éste. Pero siguen apareciendo muchos casos y da la sensación de que queda mucho camino por recorrer en la prevención, educación… ¿Qué propone este Plan para avanzar en estos campos?
Efectivamente, queda mucho camino por recorrer, pero para poder avanzar en la erradicación de esta violencia hay que conocer sus causas.
La raíz del maltrato está en la concepción asimétrica de las relaciones de pareja, en un modelo cultural desgraciadamente muy asentado que atribuye diferentes roles en función del sexo, y, sobre todo, en la pervivencia en muchos hombres de la idea de una superioridad sobre las mujeres que lleva aparejada actitudes de dominio y de posesión. Cambiar esta mentalidad es muy difícil y requerirá mucho tiempo y varios planes.
Para lograrlo, el documento contempla diseñar campañas de sensibilización, el impulso a las relaciones con los medios de comunicación para evitar los estereotipos negativos hacia la mujer, la divulgación de los derechos de las mujeres y de los recursos que existen –incidiendo en los teléfonos de atención informativa-, o el desarrollo de acciones formativas destinadas a los profesionales que desde distintos ámbitos intervienen.
Conocemos la importancia de la educación en la transmisión de valores y en la prevención, detección y erradicación de comportamientos violentos. Por eso en este plan se contemplan varias medidas específicas como son la elaboración de materiales didácticos para facilitar el trabajo docente, la programación de contenidos educativos específicos en los planes formativos del profesorado, la instauración de líneas de colaboración con las Asociaciones de padres y madres, actividades de sensibilización e información en los Centros de Educación de Personas Adultas o realización de talleres dirigidos a jóvenes, entre otras.

- Este nuevo Plan se ha elaborado a través de un proceso de participación. ¿Por qué se decide involucrar a la sociedad en la construcción de esta política y cómo se han tenido en cuenta sus aportaciones?
Se inició un proceso de participación por varias razones. En primer lugar porque creemos en la democracia participativa. De hecho el departamento de Servicios Sociales y Familia ha sido pionero con la elaboración de la Ley de Servicios sociales y en el desarrollo de otros procesos de estas características. En segundo lugar, porque cualquier tipo de propuesta se ve enriquecida y mejorada –siempre sucede- cuando se suman las aportaciones de diversos sectores. Si queríamos tener el mejor plan posible teníamos que contar con la opinión y la mirada de los poderes públicos, profesionales, agentes sociales, responsables de servicios… Otra razón, y no menos importante, era conseguir la colaboración de todos en la elaboración del plan, también como forma de sensibilización y de implicación posterior en su ejecución.
El proceso de participación se diseñó en torno a tres niveles: el interdepartamental, el especializado y el social. El interdepartamental lo configuraban representantes de los distintos Departamentos y Direcciones Generales que tenían acciones contempladas en la propuesta técnica inicial. Con respecto al nivel especializado se constituyeron cuatro grupos de trabajo: uno de gestores de recursos colaboradores en la provisión de servicios del IAM y tres, territorializados por provincias, de profesionales de base que ejercen en los distintos servicios y dispositivos que configuran la red de atención, tanto del IAM como de otras administraciones.
Para el nivel social, se realizaron tres talleres formados por entidades, asociaciones, organizaciones, agentes y colegios profesionales. En total participaron 28 entidades. No hay duda de que la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres compete a toda la sociedad, por lo que era necesario darle protagonismo también en la elaboración del plan. Además, se contó con la inestimable ayuda de la Dirección General de Participación Ciudadana, que realizó un trabajo riguroso y nos prestó todo su apoyo durante el proceso.
- ¿Qué buscaban que aportase cada uno de los niveles -interdepartamental, especializado y social- que han intervenido en este proceso?
En el nivel interdepartamental se buscaba que las diferentes Direcciones Generales que posteriormente van a tener la responsabilidad en la gestión de determinadas acciones pudieran opinar, aportar sugerencias e incluso proponer nuevas acciones dentro de su ámbito competencial. En definitiva, garantizar la viabilidad del plan.
Con el nivel especializado se buscaba la opinión de profesionales que en el día a día trabajan directamente en la gestión de recursos y en la atención a mujeres victimas de violencia. Su experiencia era fundamental para que las acciones contempladas en el plan estuvieran ajustadas a las necesidades reales.
Con el nivel social queríamos recoger la mirada de los distintos colectivos. Las entidades, desde su experiencia en la prevención y en la denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres, podían hacer importantes sugerencias y aportaciones que enriquecieran el contenido del plan.
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones relacionadas con la violencia contra las mujeres que han transmitido los participantes en el proceso?
Las preocupaciones de los técnicos estaban más vinculadas a la mejora de los recursos y dispositivos de atención a las mujeres victimas de violencia, la necesidad de incrementar la formación de los profesionales, y la importancia de la coordinación y la elaboración de instrumentos unificados de recogida de información.
A las entidades sociales, en líneas generales, les interesaba fundamentalmente el apartado de sensibilización y prevención y el que estuvieran contempladas acciones relacionadas con los colectivos o sectores que representaban.
- Este trabajo conjunto, ¿cómo puede mejorar el plan y su posterior desarrollo?
De hecho lo ha mejorado. En los niveles especializado y social participaron 70 personas que hicieron múltiples aportaciones y sugerencias, las cuales dieron lugar a que se introdujeran 7 nuevas medidas y 69 indicadores metodológicos, y a su vez modificaron la formulación de 4 objetivos y de 24 medidas de las previamente contempladas.
El día 20 de octubre tuvo lugar la sesión de retorno en donde, a todos los participantes se les explicó la toma en consideración de todas las propuestas, las que se habían aceptado, las que no se habían incluido y los motivos. En esa sesión, en mi opinión, se percibió un alto grado de satisfacción. Entre los que habían participado en el proceso por haber sido agentes activos en la planificación de la intervención para erradicar la violencia contra las mujeres en nuestra Comunidad, y entre los representantes del gobierno de Aragón porque estábamos convencidos de que entre todos habíamos hecho una buena herramienta para poder afrontar, desde las instituciones y desde la sociedad, uno de los problemas que constituye una violación de los derechos humanos y que representa un obstáculo para el desarrollo de cualquier sociedad democrática e igualitaria.
Fuente: Aragón participa

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